El trabajo se puede delegar (o subcontratar), la responsabilidad no

Cuando tu jefe o cliente te pida una explicación sobre un error, nunca le eches la culpa a alguien que depende de ti.

El trabajo se puede delegar (o subcontratar), la responsabilidad no

He tomado malas decisiones en mi vida y he cometido errores ¿y quién no?

Me imagino que hay otra cosa que también te ha pasado:

Podrías hacer una lista de circunstancias atenuantes de cada mala decisión. Con muchos detalles e incluyendo a mucha gente que influyó en ti o en los malos resultados

Pero no serviría de nada.

Bueno, esto último no es verdad.

Si echas la vista atrás y te das cuenta de que hubo cosas que no tuviste en cuenta, o que interpretaste mal y aprendes de ello, entonces sí que te sirve. Para aprender.

Esto se aplica a todo en la vida, pero en vez de filosofar vamos a hablar del trabajo, que para eso estamos aquí:

¿Me permites una recomendación?

Si sólo pudiera darte una sería esta:

Cuando tu jefe o cliente te pida una explicación sobre un error, nunca le eches la culpa a alguien que depende de ti. Aunque la tenga. Es cosa tuya arreglar eso.

Lo siento, no puedes esconderte. Aunque te den ganas de decir cosas como “es que esta gente no se entera, me van a oír” o “yo les expliqué claramente lo que tenían que hacer”

Mejor no

Busca soluciones y explica lo que vas a hacer, o cómo la próxima vez será diferente y por qué. Y por supuesto procura tener toda la información, esto es vital.

Tú eres el responsable

Tus subordinados o las empresas que están bajo tu ámbito de responsabilidades tienen que sentir que asumes tu posición, para lo bueno y para lo malo.

  • Escúchalos cuando sea necesario y después toma decisiones.
  • Ten en cuenta que cada uno tiene sus propias motivaciones, que no siempre están alineadas con tus intereses. Piensa en ello y valora su aportación, pero la decisión es tuya porque la responsabilidad también lo es.
  • Después, deja espacio para que hagan su trabajo. Confía en ellos. Recuerda la frase del general George S. Patton:

“No digas a la gente cómo hacer las cosas, diles lo que hay que hacer y te sorprenderán con su ingenio”

El objetivo no es hacer amigos, gánate su respeto

En cualquier sector se cumple esta máxima, pero en la construcción ya te digo yo que es una regla de oro:

Los profesionales aquí respetan a los técnicos que saben de qué hablan y además son coherentes, en sus palabras y sobre todo en sus acciones

Dedícate a trabajar con tu equipo porque dependes de ellos:

  • Elimina sus obstáculos
  • Exígeles porque ellos pueden hacerlo
  • Anímalos a tomar decisiones dentro de su ámbito
  • Apóyalos porque su trabajo es tu responsabilidad
  • Hazles sentir que das la cara por ellos, pero tienen que ganarse tu respeto

No tengas duda de que te observan, y tienen que sentir que tú los observas a ellos.

Cuando tus colaboradores no son de tu equipo, sino otras empresas que participan en la obra, seguís teniendo un objetivo común. Busca hasta encontrar los adecuados.