Este artículo no te interesa

A lo mejor no te interesa si no eres Jefe de Obra, ni lo has sido, ni te planteas serlo

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A lo mejor no te interesa si no eres Jefe de Obra, ni lo has sido, ni te planteas serlo

O si ya has pasado por ese puesto y no te gustó nada la experiencia, que también puede ser.

Si eres Arquitecto o Ingeniero, que te interese más o menos depende mucho del tipo de profesional que seas o de cuánto te importe comprender bien a la gente que participa en este negocio, aunque tengo que decirte algo: estamos todos en la misma guerra.

Esto se aplica también a Promotores, Gerentes y otros Directivos. Y a Comerciales, Administrativos, Delineantes, por supuesto a Encargados y Jefes de Producción, además de Operarios de todo tipo (si te preguntas a qué vienen tantas mayúsculas, la respuesta es que Todos Somos Importantes)

En principio puede parecer que entre la reunión del piso 17 en la que se están tomando decisiones sobre los posibles beneficios de la siguiente promoción y el andamio en el que se está proyectando mortero junto a una radio en la que suena Rosalía a todo volumen, hay una distancia muy grande. Pero a lo mejor no es tanta.

Cada uno cumple su función, pero pensemos en el efecto que tiene la especialización en muchos de estos puestos. Te haces un experto en una parcela concreta y adquieres experiencia y conocimientos muy específicos que te ayudan a hacer tu trabajo cada vez mejor, ya te dediques a hacer renders o a colocar alicatados. Todo bien, es una cosa natural y tiene sentido. Pero hay excepciones, trabajos que no se pueden hacer bien si no eres capaz de abarcar muchas cosas distintas.

En la obra, cada uno tiene su puesto bastante bien definido y los encargados (otro puesto polivalente) organizan y mantienen a raya el caos que amenaza todo el tiempo a una actividad humana tan compleja como una obra a pleno rendimiento.

Pero ¿quién es el interlocutor de la Dirección Facultativa? ¿El responsable de hacer y cumplir la planificación, de que salgan los números de la obra, de supervisar los contratos de los industriales y de comprobar además que todo se hace según proyecto?

Uno para dominarlos a todos

En mi opinión, pocos puestos exigen una combinación tan variada de conocimientos y habilidades. Veremos las más importantes, pero la lista se puede aumentar con facilidad.

Como muestra, basta echar un vistazo a las ofertas de empleo. Para cumplir todos los requisitos de algunas de ellas tienes que ser una especie de superhéroe de Marvel, mezcla de directivo de cuentas de Banco Santander, negociador de situaciones de crisis con rehenes, ingeniero de la NASA y abogado experto en contratos. Y ojo, por un sueldo muy normalito.

Antes de decirte lo que se necesita para ser un buen Jefe de Obra, déjame contarte una historia:

Durante mis años de estudiante dedicaba las vacaciones a trabajar en lo que surgiera, igual que mis hermanos.

Con el tiempo me di cuenta de que además de pagarme los estudios, estos trabajos tenían un efecto secundario igual de importante: el aprendizaje de habilidades aplicables a otros campos. Trabajando de camarero aprendí a conocer a la gente; la observación desde una barra te da una perspectiva privilegiada del comportamiento humano que me ha resultado útil muchas veces desde entonces. Sin casi darme cuenta, pintando fachadas fui apreciando las diferencias en la degradación de los paramentos según su orientación, trabajando de socorrista entendí el funcionamiento de la instalación de las piscinas y sus puntos débiles, y repasar los inventarios del departamento de compras de un hotel junto a mi padre me enseñó el valor de la organización y la previsión. Eso entre otras muchas otras cosas.

Recuerdo que un verano trabajé de peón en una pequeña obra. Un día, un oficial de los de la vieja escuela me dio un buen consejo: cuando estés en algún sitio donde alguien esté haciendo un trabajo que no has visto antes, fíjate en lo que hace y cómo lo hace.

No he olvidado ese consejo, ni el resto de lecciones aprendidas.

Todo sirve, y pude ponerlo en práctica cuando me tocó pisar una obra como responsable. Mi titulación me daba ciertos conocimientos, el resto lo tuve que poner yo con actitud y con ganas de aprender.

Digo esto porque para ser un Jefe de Obra aceptable necesitas:

  • Capacidad para planificar, organizar, negociar, intermediar y controlar
  • Hacerte cargo de la gestión económica, la supervisión técnica, las relaciones con la DF y además conocer los equilibrios de poder dentro del recinto de la obra
  • Ser firme, tener mano izquierda, resistir a la presión, estar al día de sistemas y materiales, así como sus costes y la implicación de su puesta en obra

Comenzar a trabajar en obra no es fácil. Como Jefe de Obra eres el máximo responsable de todo lo que ocurre (y lo que no ocurre) en el camino que hay entre los planos del proyecto y la cajita con los juegos de llaves para el propietario.

Meses de prisas y estrés para terminar y volver a empezar en otro sitio. Para eso hay que valer.

Además, está claro que en gran parte lo que consigas va a depender de tu personalidad. La combinación única de tus fortalezas y debilidades personales con tu preparación profesional dará como resultado una forma concreta de hacer las cosas y enfrentarse a los retos que implica este trabajo.

Por cierto, no hay un sólo estilo de ser Jefe de Obra. En otra ocasión haré una lista de los distintos tipos. También hablaré de Encargados. Y de Arquitectos, cómo no. Pero eso será otro día.

Este ha sido nuestro pequeño homenaje a los compañeros y compañeras que se han colocado el casco y las botas esta mañana y han salido ahí fuera a enfrentarse con lo que toque hoy.