Lo que me pasó en un control de carreteras

El jueves, otra vez, pasé por un control de carreteras. Qué se le va a hacer, trabajo en el Campo de Gibraltar.

Lo que me pasó en un control de carreteras

El jueves, otra vez, pasé por un control de carreteras

Qué se le va a hacer, trabajo en el Campo de Gibraltar. Una zona con una situación geográfica estratégica, para lo bueno y para lo malo. De ahí la frecuencia de los controles

Aunque esto no es lo que quiero contarte en este correo, aprovecho para decirte que esta zona junto con la Costa del Sol son lugares extraordinarios, tanto a nivel profesional como personal. Actividad económica, diversidad de nacionalidades y clima agradable. Para mí son una combinación ganadora, no puedo evitar decirlo.

Te cuento lo que pasó por mi cabeza mientras estaba en la cola, mirando el operativo montado por la Guardia Civil.

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Me dio por observar al equipo que estaba allí y cómo estaba todo dispuesto.

Era evidente que no se había dejado nada al azar, nada de llegar y decir: "dejad los vehículos aparcados por ahí y vamos a ir parando a los coches que vayan llegando", "yo me voy a poner aquí y vosotros aquí, detrás mía"

Nada de eso

Soy un ignorante total sobre cómo se hacen estas cosas, pero me bastó un vistazo para entender que aquellas personas se habían situado en un lugar elegido por tener unas características concretas, y habían llegado allí sabiendo perfectamente lo que tenía que hacer cada uno, como colocar los vehículos y cómo colocarse ellos.

Los observé trabajar sincronizados, concentrados cada uno en su función, entrenados para cumplirla y ¿sabes lo que sentí?

No sentí miedo, porque no tengo nada que esconder

No me enfadé por estar parado en medio de la carretera, teniendo muchas cosas que hacer

Sentí envidia

Si. Envidia mala, mala, mala

Si te está gustando este correo, seguro que conoces a alguien que también va a apreciarlo. No te cortes, reenvíalo.

Tú quedas bien y a nosotros nos haces un favor

😉

Me di cuenta de que más de una vez, disponer de un equipo tan enfocado y tan especializado habría salvado situaciones comprometidas.

Sé que hay constructoras que montan una especie de equipo de "operaciones especiales" que se hacen cargo de la situación cuando la obra está a falta de esos remates finales que hacen que parezca que no se va a acabar nunca. Son momentos delicados, que terminan produciendo fricciones que enturbian la relación entre las partes (promotor-dirección-constructor).

En esos momentos, que llegue un equipo con gente preparada para hacerse cargo de la situación y hacer lo que queda por hacer debe ser una bendición.

O se me ocurre que un acuerdo entre una constructora y una empresa especialista en reformas podía ser algo muy potente de cara a los repasos. Cada uno haría lo que mejor sabe hacer ¿no?

De la misma forma, emplear a empresas que:  

  1. saben hacer bien lo suyo
  2. te dejan claro cómo tiene que estar la obra para que ellos puedan entrar
  3. entran a tiempo
  4. hacen su trabajo y se van

Son el sueño de cualquier Jefe de Obra o Encargado...

Y las hay, pero hay que dar con ellas

No desesperes. Sigue en la trinchera, cuida de tu gente y sé honesto. La victoria está ahí delante