lo que ellos no ven
La gente pasa por delante de un edificio que la semana pasada estaba en estructura y han comenzado a hacer los cerramientos.
Tu teclado no está optimizado para que escribas rápido, sino para ralentizar tu velocidad.
Tu teclado no está optimizado para que escribas rápido, sino para ralentizar tu velocidad
Esto, que puede parecer raro, es una herencia de una tecnología anterior. Nada que objetar, porque en realidad en su momento fue una solución creativa y barata.
La primera se minimizó con el diseño del teclado, colocando las palabras que solían ir juntas (en inglés) en lugares alejados y las más frecuentes en los extremos, para ralentizar el ritmo de escritura. Es el teclado QWERTY que usamos (casi) todos.
La segunda limitación, que yo sepa, no se solucionó con ningún sistema. El usuario tenía que interiorizar que no era posible presionar dos teclas de forma simultánea. En este caso no se trata de una cuestión de diseño, sino de condicionamiento
Es posible que conozcas esta historia, y también que sepas que existen otras distribuciones de teclado, como el DVORAK. Si no la conocías, ya has aprendido una curiosidad más, pero eso no es lo importante. Como siempre, estoy contándote algo que me ha provocado una reflexión que nos puede resultar útil. A ti y a mi.
Las limitaciones nos retan a hacer las cosas mejor
En cualquier cosa que hagas hay limitaciones, por definición. Es inevitable, pero no tiene por qué ser una barrera que te deje bloqueado. Te animo a que busques soluciones.
Si tienes obras (o cualquier otro tipo de proyecto, en realidad) tienes que hacerlas dentro de un plazo, ajustadas a un presupuesto. Es decir, ya viene con limitaciones. A estas se sumarán algunas más, debidas a tus propias condiciones de trabajo.
Busca la forma de hacerlo mejor en la siguiente, no dejes de hacerlo. Muchas veces la soluciones son simples, pequeños pasos en la dirección correcta
Ayer leí en LinkedIn un post de Ignacio Bayona sobre la importancia del enfoque correcto:
Hablaba de un promotor que tenía un problema debido a las quejas de los usuarios de un edificio de gran altura: se quejaban del tiempo de espera en el vestíbulo mientras llegaban los ascensores. Después de implementar varias mejoras en el sistema mecánico y electrónico sin llegar a acallar las quejas, decidió poner un espejo en el vestíbulo y “milagrosamente” solucionó el problema.
Realmente no estaba en la limitación física de la velocidad de los ascensores, sino en la percepción de los usuarios. Una lección para aprender: orientarse al resultado
Nota: si no sigues a este arquitecto ni estás suscrito a su newsletter, te lo recomiendo.
Seguimos con las limitaciones. Como hemos visto en el ejemplo del teclado, hay formas de hacer las cosas que simplemente son herencia de una situación anterior, que ya no es una limitación.
Esto me recuerda a la forma en que los domadores de elefantes evitan que se escapen, atándoles una cuerda sujeta a una estaca cuando son pequeños y no tienen fuerza suficiente.
Cuando crecen podrían arrancar con facilidad la estaca, pero ya llevan demasiado tiempo dando por hecho que es imposible.
Hay que saber cuando una limitación deja de serlo. Yo intento hacerlo, aunque a veces no es fácil. Nos dejamos llevar por la inercia y usamos sistemas obsoletos
Te voy a contar una cosa: así nació OpenObra
Si trabajas en una constructora, gran parte del tiempo estás buscando subcontratas. Y no sólo eso: buscas las mejores. Lo sé porque yo también lo he hecho.
Me di cuenta de que ponerse a llamar a los conocidos no era el mejor sistema
Por eso no sólo hemos hecho una aplicación para que encuentres muchas, sino que estamos trabajando para que sean las que más te convienen.
Hay muchas formas de hacerlo, ahora se han eliminado muchas limitaciones gracias a la tecnología.
En otro momento te hablaré del algoritmo que hay detrás de los resultados que te ofrece la aplicación cuando haces una búsqueda. Es la forma que hemos encontrado de saltarnos las limitaciones.
Si tienes curiosidad, prueba antes de que mejoremos el sistema y subamos el precio.